Todos tenemos derecho a poder controlar cómo se usan nuestros datos, ya que de manera específica está reconocido el derecho a la protección de datos personales como fundamental.
Ciertos contenidos pueden perjudicar en mayor o menor medida nuestra vida privada, personal o laboral, incluso aunque el contenido real de lo que publiquemos no sea censurable por ilegal puede perjudicar nuestra imagen por diversos motivos.
Se trata de una cuestión de estética y de saber distinguir lo que pertenece a la intimidad propia (y en algunos casos ajena al ser compartida con nosotros) para evitar caer en un exhibicionismo desmedido de nuestra propia vida.
Aquí tienes una noticia sobre el exhibicionismo en las redes sociales.
Ha quedado claro que las empresas, velando por el cumplimiento de la LOPD, han de trabajar para proteger la intimidad de los usuarios. Sin embargo, no hay que olvidar que éstos tienen una responsabilidad compartida con los administradores de servicios digitales en vigilar temas como:
Las empresas que gestionan estas plataformas y servicios están obligadas a cumplir una serie de normas no sólo sobre la publicación de estos datos, sino sobre cómo deben tratarlos, prestando especial atención a aspectos como su transmisión, gestión, almacenamiento y seguridad para que no se produzcan errores que perjudiquen la imagen del usuario, sino la de la propia empresa.
La matriz de las redes sociales es poner en contacto a los usuarios en base a sus características, por lo que los datos personales son imprescindibles, sin embargo a veces olvidamos que con esa red de contactos no tenemos por qué tener necesariamente una relación de confianza.
El nº de Dunbar establece que en nuestra red de contactos difícilmente podremos manejar de forma eficaz a más de 150 miembros. Puedes saber más aquí.
Es habitual que la mayoría de empresas prestadoras de servicios en la web establezcan sus propias condiciones de privacidad para acceder a sus servicios y son éstas las que suelen pasar inadvertidas para los usuarios.
Prácticamente ningún usuario se detiene a leer y revisar las condiciones de uso y privacidad a las que se compromete cuando entra a formar parte de algún tipo de red o aplicación social. En la práctica estamos firmando un contrato sin leerlo y sin saber a qué nos exponemos, ya que, a no ser que sus cláusulas sean claramente abusivas, las condiciones que firmamos son vinculantes.
Por eso es imprescindible revisar periódicamente todas las condiciones de privacidad de las plataformas a las que accedemos (ya que además suelen cambiar cada cierto tiempo) y todos los permisos que damos para que accedan, por ejemplo, a nuestros datos ya que en la mayoría de los casos no les damos importancia o ni siquiera somos conscientes de ello.
Si no compruebas la información legal no sabrás qué se puede hacer con tus datos, quién puede verlos ni con qué fin.
RECUERDA: Las redes sociales no son gratuitas, estás pagando tu acceso aportando tu información personal que es lo que las redes usan para ofrecerte publicidad personalizada y pagada por las marcas.
En el siguiente video se observa la importancia de una buena configuración de la privacidad en nuestras redes:
Básicamente Facebook recibe información de toda tu actividad en la red, desde el registro, tus publicaciones o las que hacen tus contactos sobre tí, los dispositivos desde los que te conectas, las aplicaciones, juegos o herramientas sociales que usas en relación a Facebook,etc. Facebook no comparte esta información salvo que tengan tu consentimiento o que te lo hayan advertido antes (de ahí la importancia de leer las condiciones de acceso).
Sin embargo debes recordar que hay una información que SIEMPRE ES PÚBLICA:
Puedes leer más sobre la información que Facebook recibe de ti aquí.
En la pantalla principal de Facebook podemos acceder a la configuración de privacidad a través de los iconos que se encuentran arriba a la derecha en un menú desplegable (triángulo invertido) o un atajo (candado).
Si accedemos a través del menu de ‘Configuración’ se abre una ventana con la información general, donde podemos obtener los datos de nuestra cuenta, mail, seleccionar la contraseña,… Podemos descargar una copia de esta información.
Si accedemos a través del menu de ‘Configuración’ se abre una ventana con la información general, donde podemos obtener los datos de nuestra cuenta, mail, seleccionar la contraseña,… Podemos descargar una copia de esta información.
En el apartado ‘Privacidad’ (donde también se puede acceder por el atajo) encontramos 3 áreas principales de privacidad sobre las que podemos incidir: quién puede ver mis cosas, quién puede ponerse en contacto conmigo y quién puede buscarme.
En el apartado ‘Quién puede ver mis cosas’ podemos seleccionar a quién se le van a mostrar las publicaciones que hagamos. Hay dos tipos básicos:
También existen más opciones más avanzadas:
Es conveniente que revisemos para cada publicación quién puede ver lo que compartimos en nuestra red, ya que habrá contenidos que no nos importe que vea, por ejemplo, un reclutador y otros que en ningún caso permitiríamos conociese. Para agilizar esta configuración existe un atajo en la parte inferior del cuadro que te sale al hacer una publicación.
En el apartado ‘Quién puede ponerse en contacto conmigo’ podemos seleccionar si cualquiera nos puede mandar una solicitud de amistad o sólo si pertenece a la red de alguno de nuestros contactos.
Además se puede seleccionar si el filtro que se aplica a los mensajes que te llegan a la bandeja de entrada es el básico (el recomendado) o uno más estricto.
En el apartado ‘Quién puede buscarme’ podemos seleccionar si a través del mail o el teléfono de recuperación puede buscarnos cualquiera, sólo los amigos de nuestros amigos, o si lo restringimos aún más sólo a nuestros amigos directos.
Por último ofrece la opción de que los motores de búsqueda localicen tu perfil público de Facebook o no.
En el menú ‘Biografía y etiquetado’ se puede seleccionar quién puede publicar en tu biografía, quién puede ver lo que se publica en tu biografía y cómo se administran las etiquetas.
Además te permite visualizar tu perfil como lo hacen los demás, para poder asegurarte de lo que publicas en modo público. Se configura en el apartado siguiente:
Una de las funciones más útiles de este apartado es ‘Revisión de la Biografía’, ya que te permite autorizar aquello que otros vayan a publicar. Lo mismo sucede con ‘Revisión de Etiquetas’, que sirve para supervisar a quién etiquetan los demás en tus fotos y permitirlo o no.
En el apartado ‘Bloqueos’ puedes bloquear las notificaciones e invitaciones de usuarios, aplicaciones, páginas o eventos, para que tampoco tengan acceso ni a tu información pública.
También es posible limitar el acceso a los datos que una aplicación ya ha almacenado antes de que la bloquearas. Puedes saber más aquí.
Además de todos estos apartados, se puede personalizar la configuración de las notificaciones que te envía Facebook, del uso de tu teléfono y los avisos que envían a él (actualmente Facebook pide a algunos usuarios un nº móvil como método para recuperar su cuenta en caso de olvido de contraseña), los avisos a los seguidores, las aplicaciones (que veremos algo más adelante), anuncios, etc.
Puedes acceder a una tabla resumen sobre todos tus datos personales que tienes a tu disposición en tu perfil de Facebook en este enlace.
Esta es la Política sobre el Uso de Datos de Facebook
Aquí puedes consultar un videotutorial de la AEPD sobre cómo configurar la privacidad en Facebook.
Por otro lado, Facebook, en su menú inferior, tiene un apartado de Privacidad en el que aporta información sobre diversos temas como uso de la información, cookies, publicidad,…
Además puedes acceder a la ayuda de Facebook para saber más sobre todas las posibilidades y herramientas para cuidar tu privacidad.
Al conectarte a un juego, aplicación o web a través de Facebook o añadirla a tu biografía la red le da a esas aplicaciones tus datos básicos (lo que se conoce como ‘perfil público’) y que incluyen tu identificador de usuario y tu información pública, así como tu lista de amigos. Si una aplicación requiere más información debe pedirte permiso de manera expresa.
Los ajustes de las aplicaciones tal y como hemos visto pueden configurarse en el menú general, donde se pueden ver los permisos, accesos, lo que la aplicación publica en tu nombre,etc. Las aplicaciones pueden ser eliminadas y directamente desactivadas, aunque ya no podrás acceder a juegos, aplicaciones ni sitios web en Facebook.
Twitter está ideada como una red pública y abierta de microbloggin en la que los usuarios pueden acceder a los tuits que publican otros usuarios sin que necesiten su permiso, ya que no implica reciprocidad. La reciprocidad en Twitter es totalmente voluntaria. Los seguidores no son como los amigos de Facebook, sino que la idea es que puedas seguir a usuarios que, por los motivos que sean, te parezcan interesantes sin que ellos tengan que tener ninguna relación contigo ni con sus seguidores, y así sucesivamente, ya que a ti te seguirán otros usuarios que ni conoces.
Aunque Twitter permite ciertas opciones de privacidad, como las cuentas con tuits privadoss, la premisa básica de esta red es que TODO ES PÚBLICO (salvo los Mensajes Directos) por lo que debes plantearte si realmente quieres estar en ella y con qué fin.
Hay un apartado de Editar Perfil en el que podemos determinar cuál va a ser nuestra foto de encabezado y de perfil, biografía, tema, web...
En la configuración de cuenta de Twitter, cuyo menú desplegable aparece pinchando en nuestra foto/avatar a la derecha de la ventana) podemos establecer el nombre de usuario y el mail, así como descargarnos una copia de la información que la red tiene almacenada sobre nosotros.
En el apartado de Seguridad y Privacidad, al igual que ocurría en Facebook, podemos recibir notificaciones cuando se haga una petición de inicio de sesión. Sin embargo, las opciones más interesantes son las de Privacidad, ya que permiten configurar el etiquetado de fotos, activar la geolocalización de nuestros tuits (poco recomendable si no queremos que se sepa físicamente dónde estamos), el ser visibles vía mail o el acceso a anuncios promocionados. Además es aquí donde podemos configurar nuestra cuenta con el máximo nivel de privacidad que consiste en tuits privados, identificados con un pequeño candado junto a la cuenta.
Puedes saber más sobre los tuits privados aquí.
Otra herramineta de configuración es la de las notificaciones, bien sea por correo o vía web, que nos servirá para estar al día de la actualidad de nuestra cuenta, como por ejemplo actualizaciones, actividad en nuestra red o actividad en nuestra cuenta. Además existe la posibilidad de silenciar cuentas que te resulten molestas para que no puedan contactar contigo. Otras funcionalidades que se pueden establecer y personalizar son el diseño de la cuenta, los widgets que usamos, si asociamos una tarjeta o un móvil,…
Consulta el videotutorial de la AEPD sobre cómo configurar la privacidad en Twitter.
El sistema para vincular aplicaciones a tu cuenta es muy similar al que se usa en Facebook, ya que tienes que autorizar a la aplicación en sí el uso que va a hacer de tu cuenta, por lo que es recomendable leer cuidadosamente cada uno de los permisos.
Mediante la configuración de aplicaciones podemos revocar en cualquier momento los permisos que hemos establecido y eliminarlas. En este link puedes saber más al respecto.
Linkedin es una red social profesional, por lo que salvo nuestra área privada de correo, nos interesa que la información que aportemos sea googleable para aumentar y afianzar nuestra red de contactos. Sin embargo es importante recordar que debe ser información veraz y verificable, para lo que la red social ofrece funcionalidades como las recomendaciones. Además es un red que se usa para captar talento por parte de las empresas, por lo que no siempre nos interesa que el resto de usuarios vean quién ha entrado en sus perfiles. Para adaptarse a ello Linkedin ofrece varias posibilidades, como puede ser le mostrarse como usuario anónimo de la red.
La política de privacidad de Linkedin ha sido revisada recientemente para ampliarla y recoger prácticas como el soporte técnico, la información de búsqueda de empleo o la ampliación del perfil básico de los usuarios.
Linkedin dispone de un interesante centro de seguridad con información útil tanto para la configuración de cuentas en la propia red como para el manejo en Internet.
Los ajustes de configuración y privacidad aparecen en el menú desplegable desde el avatar de usuario, en la parte superior derecha de la pantalla. Los principales controles de privacidad son:
Selecciona qué información pueden ver otros usuarios cuando visitas su perfil: las personas a cuyo perfil accedas podrán ver tu nombre, foto y titular. También puedes hacer que se muestre una información de perfil anónima o aparecer como un miembro anónimo de LinkedIn. Gestionar tu perfil público: controlas cómo apareces cuando se te busca en Internet. Incluida la URL (dirección) de tu perfil.
Además del apartado de Privacidad puedes configurar las referencias de las comunicaciones, como el mail, las notificaciones, quién puede enviarte invitaciones o el tipo de mensajes que aceptas recibir.
Otro apartado que se puede personalizar es el relativo a los grupos, empresas y aplicaciones, principalmente para activar notificaciones, invitaciones, ver las empresas que se siguen, etc. La mayoría de acciones se pueden ejecutar también desde el perfil de los propios grupos y empresas. Lo mismo ocurre con el de Cuenta, donde podemos configurar nuestra visibilidad y seguridad de acceso.
En este link puedes consultar la configuración de privacidad en Linkedin
La Agencia Española de Protección de Datos en su Guía de Recomendaciones para los usuarios de Internet recoge algunas pautas a tener en cuenta al usar determinados servicios de los que se puede derivar un mail uso de nuestros datos personales. Algunos de los servicios que aparecen reogidos en este documento son cómo usar el mail, los navegadores, la telefonía IP, las webcams, la banca electrónica, etc.
Puedes descargarte la guía en el siguiente enlace.
Además, la AEPD, dispone de otras guías como la enfocada a los padres para que sepan enseñar cómo los niños y los menores deben cuidar sus datos en Internet. Puedes encontrarla en el siguiente enlace.
Los delitos principales que se cometen en Internet y que tienen relación con la privacidad son los siguientes:
Puedes consultar las recomendaciones de la Policía Nacional (@policia en Twitter) sobre el uso de Internet.
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